La cara detrás de este proyecto

Mein Name ist Angelika Rütgen-Dömötör, ich bin Österreicherin, 42 Jahre alt und lebe derzeit mit meinem Mann und meinen drei Kindern (11, 9, 4 Jahre) in Barcelona. Ich arbeite als freie Redakteurin und schreibe Reportagen für Magazine und Texte für Websites zu den verschiedensten Themen. Seit unserer Ankunft in Barcelona führe ich auch einen privaten Blog, in dem ich unsere Erlebnisse, sowie Eindrücke von Land und Leuten festhalte.

So wie die meisten anderen Menschen wurde auch ich von der Pandemie vollkommen überrascht und hatte diese Entwicklungen völlig unterschätzt. Für mich, als "Friedenskind", das im Herzen Europas in Wohlstand und Sicherheit aufwachsen durfte, stellt die Pandemie mit allen ihren Konsequenzen die größte private und berufliche Krise meines Lebens dar. Die Idee zu "DETRÁS DE CADA CIFRA HAY UNA CARA" ist mir bei meinen Spaziergängen durch Barcelona gekommen. Momentan haben wir mit allen Menschen, denen man auf der Straße begegnet, etwas Entscheidendes gemeinsam: Diese Krise, die wir durchmachen müssen, die uns in eine Situation gebracht hat, wie sie keiner von uns je erlebt hat, bzw. auch antizipieren konnte. Wir erleben als Kollektiv eine surreale, schmerzvolle Zeit. Trotzdem sieht jeder die Krise durch seine persönliche Brille, geprägt von seinen persönlichen Lebensumständen. Diese Empfindungen, Eindrücke und Meinungen möchte ich mit "DETRÁS DE CADA CIFRA HAY UNA CARA" vor den Vorhang holen.

Mi nombre es Angelika Rütgen-Dömötör, soy austriaca, y tengo 42 años. Actualmente vivo con mi esposo y mis tres hijos (11, 9, 4 años) en Barcelona. Trabajo como periodista independiente y escribo informes para revistas y textos para websites sobre una amplia variedad de temas. Desde nuestra llegada a Barcelona, también he estado escribiendo un blog privado en el que grabo nuestras experiencias e impresiones de España y su gente.

Como la mayoría de las personas, la pandemia me sorprendió por completo y subestimé totalmente estos desarrollos. Para mí, como una "niña de la paz", que crecí en prosperidad y seguridad en el corazón de Europa, la pandemia con todas sus consecuencias representa la mayor crisis privada y profesional de mi vida. La idea de "DETRÁS DE CADA CIFRA HAY UNA CARA" nació en mis paseos por Barcelona. Por el momento, tenemos una cosa en común con todas las personas con las que se encuentra en la calle: Esta crisis por la que tenemos que pasar, que nos ha llevado a una situación que ninguno de nosotros ya ha experimentado o fue capaz de anticipar. Estamos viviendo un momento surrealista y doloroso como colectivo. Sin embargo, todos ven la crisis a través de sus experiencias personales, moldeados por sus circunstancias individuales. Con "DETRÁS DE CADA CIFRA HAY UNA CARA" me gustaría presentar estos sentimientos, impresiones y opiniones.